jueves, 9 de febrero de 2012

Arte, política; respeto, consenso...

Si bien en política el consenso es una meta y/o una virtud a alcanzar, en arte parece convertirse en la muerte de la sensación que busca precisamente el arte. Es prácticamente imposible gustar a todo el mundo al cien por cien y en todo momento en algo artístico, incluso los "popstars" por muy populares que sean y muchos discos que vendan hay un sector de la población que les gusta uno que es precisamente el que a otros les cae "gordo" o viceversa. Incluso estos apoyados a tope por la industria se ven sometidos a esta fuerza, algunos, con la ambición mas poderosa y con sus altavoces a tope, logran llegar a casi todos los rincones del planeta … pero ni siquiera estos pueden evitar que algunas personas cambien de canal cuando aparecen en la tele. Un artista debe guiarse por su voz interna para entonces gustar o no a todos ganarse el respeto que es mas grande y mas universal que el consenso...

4 comentarios:

  1. Tu te estrenas como bloguero,y yo como comentarista de un blog de lujo como el tuyo.

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  2. Tu no necesitas consenso,porque tienes todo el respeto que te da toda una vida dedicada a tu música .
    Con un trabajo coherente,hecho desde la libertad de crear ,para tu deleite y el de los que te seguimos y te queremos.

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  3. El asunto difícil está en que el respeto suele necesitar más trabajo, sabiduría, y experiencia que el consenso. El consenso suele ser más rápido y rentable. El concepto respeto se cocina a fuego lento. Aunque hay escasas excepciones de combinación de consenso y respeto, situación que cuando se produce suele ser porque el respeto lleva al consenso, pero por lo general viene siendo así la cosa.

    El respeto es un asunto con paciencia y sin prisas, es de donde sale el buen y feliz puchero, cocinado con libertad y coherencia, analogismo culinario que se inventó un amigo mío que toca el tres cubano para sus grandes frases sobre el mundo real de la industria musical.

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